El patrimonio material de Olot es fruto de su larga historia, en la que el arte sacro y la construcción de iglesias católicas han jugado un papel central. Esta herencia cultural se puede explorar a través de tres edificios que conforman el "triángulo sacro" de la ciudad: Santa María del Tura, la Iglesia Parroquial de San Esteban y el Museo de los Santos.
Visita Can Trincheria, una de las casas solariegas más importantes de Olot, situada en el número 29 de la calle de Sant Esteve. La casa-museo es un ejemplo de lo que fue la vida de una familia acomodada durante la primera mitad del siglo XVIII.
El claustro del antiguo convento del Carme en Olot, situado en la calle Pare Antoni Soler, 3, es una galería renacentista impresionante, una de las más simétricas y originales de toda Cataluña.
El Eixample Malagrida es la joya urbanística más emblemática de Olot. Construido entre los años 1916 y 1925 es un ejemplo de las ciudades-jardín novecentistas que se popularizaron a principios del siglo XX.