El Modernismo es un movimiento cultural, literario y artístico que surgió a finales del siglo XIX e inicios del XX y que abrazó todo Occidente. En Cataluña, sin embargo, el Modernismo se convirtió en un movimiento más amplio que se fusionó con la política y la economía, dando lugar a lo que se conoce como "Modernismo catalán".
Este movimiento fue una herramienta para luchar por la creación de un país moderno y por la reivindicación de una nación propia.
Aunque Barcelona es la ciudad donde el Modernismo brilla con más esplendor, en Olot podemos encontrar numerosos ejemplos de gran valor patrimonial e histórico. Así, el Modernismo es una expresión del poder económico burgués que promovió, a través del mecenazgo, una serie de artistas que crearon obras de gran belleza que han pasado a la historia.
En Olot, el Modernismo se respira en las paredes de edificios privados y públicos que se caracterizan por la singularidad y el talento de los artistas locales. La Pastelería Ferrer, situada en el número 6 de la Plaza Mora, es un ejemplo de edificio modernista. Destacan los balcones con formas curvas y una decoración profusa. El interior de la tienda nos traslada a una época pasada, gracias al techo enmascateado. El arquitecto Alfred Paluzie fue su autor en 1907 y es una figura clave del modernismo olotense.
Paluzie también ejerció como arquitecto municipal durante más de once años en Olot, donde promovió remodelaciones que transformaron radicalmente construcciones previas. Son ejemplos: la Casa Masllorens (1902), situada en el número 14 de la calle de Sant Cristòfol, o la Casa Gaietà Vila (1905), que se conoce popularmente como la casa del dragón, por el mitológico animal de hierro forjado situado en el balcón lateral del primer piso.
Lluís Domènech i Montaner, uno de los principales referentes del modernismo catalán, dejó su sello en Olot en la Casa Solà Morales. En este edificio, unificó dos edificios en un solo centro, respetando los esgrafiados barrocos de Alessandro Barel·li e introduciendo una balconada, una tribuna y una galería soportal con barbacana en el piso superior. El edificio incluye dos cariátidas obra del escultor Eusebi Arnau, que se había formado en Roma y París.
Olot es la capital catalana de los volcanes. Cuatro volcanes rodean la ciudad, que se levantó sobre el peculiar suelo volcánico.
Olot es una ciudad llena de arte y creatividad. La Escuela Olotina del Paisaje y la Escuela de Arte de Olot son centros de referencia en el mundo del arte y el diseño, con una larga tradición y prestigio.